A Mexico no le gustan los Koenigsegg. El año 2016, se cobró la vida de un exclusivo CCX. No quedó mucho del malogrado supercar, aunque si -y por fortuna- de sus ocupantes. Esta semana, en el DF, el único Koenigsegg CCXR Special One de México (uno de los cuatro en todo el mundo) quedó completamente inservible, tras un accidente de transito.
Este Koenigsegg CCXR Special One (valuado en más de 30 millones de pesos) originalmente fue creado ex profeso para Ana Al-Thani, que pertenece a una célebre familia real asentada en Qatar, y fue traído a México en octubre del año pasado, por su actual dueño, cuya identidad no ha sido revelada.
Este auto, debutó internacionalmente en el Salón de Ginebra 2008, y al año siguiente fue elegido como uno de los autos más hermosos en la historia por Forbes Magazine. Mecánicamente, su corazón, era un V8 de 4.7 litros con doble supercargador, que en condiciones “normales” entregaba 806 hp, pero cuando se usaba etanol E85, la potencia se estiraba hasta los 1.018 caballos de potencia y 1079 Nm de torque.
Toda esta potencia en conjunto a un peso de sólo 1,280 kg (cortesía del uso masivo de materiales ligeros), le permitían al Koenigsegg CCXR alcanzar los primeros 100 km/h desde la inercia total en 2.9 s; los 200 km/h en 13 s y los 300 km/h en 25.5 segundos. La marca nunca dio una cifra de velocidad máxima, limitándose a señalar que era superior a los 400 kilómetros por hora.
Sólo esperamos que el dueño del Koenigsegg CCXR Special One sea lo suficientemente adinerado para costear las reparaciones de este increíble ejemplar. Sería una pena, dejarlo morir.
