La posibilidad de ver al español Fernando Alonso en la 103ª edición de las 500 Millas de Indianápolis quedó descartada tras la negativa de Alonso al ofrecimiento de McLaren de comprarle un lugar en la grilla de la mítica prueba, algo que podría realizar pese a no pasar la clasificación ya que en esta prueba el lugar se lo asegura el auto y no el piloto. Ambas partes llegaron a un consenso, de que no era justo para los otros pilotos.
“Ésta es la experiencia más dolorosa en mis 35 años de carrera. Respetamos el lugar y me encantaría volver mañana y luchar. No vamos a comprar una plaza. Queremos ganarnos un lugar en la parrilla. Somos muy humildes y hemos aprendido muchas lecciones. Debemos analizarlo todo y seguir hacia adelante”, afirmó Gil de Ferran, director deportivo de McLaren.
El ex piloto también agradeció la labor de Alonso “por su tremendo esfuerzo”. Y agregó: “No te hemos dado un coche lo suficientemente rápido. Fernando has pilotado como el campeón que eres”…
“Los chicos del equipo han trabajado desde hace varios meses haciendo un gran esfuerzo para hacerlo lo mejor posible. Creo que es un deporte muy difícil y no hemos subestimado el reto. Sabíamos que iba a ser muy duro y nos quedamos cortos. Hemos tenido mucho apoyo de toda la comunidad de IndyCar, que nos han recibido con los brazos abiertos y nos han ayudado a navegar en aguas inexploradas para muchos de nosotros”, culminó.
Alonso estuvo a punto de clasificar, ya que después de mucha demora por el mal clima, seis pilotos salieron a la pista del Indianápolis Motor Speedway para ocupar los tres últimos puestos de la parrilla de 33 vehículos. Alonso se había metido entre estos 33, pero su velocidad promedio no fue suficiente para mantener el puesto tras la salida del último piloto en clasificar: Kyle Kaiser, del equipo del argentino Ricardo Juncos.
Kaiser, que tuvo su último intento por entrar a las Indy 500 con un auto reconstruido después de un fuerte golpe en los entrenamientos, lo aprovechó al máximo y quedó entre los 33 habilitados junto a Sage Karam (31º) y James Hinchcliffe (32º).
Pero no nos vengamos con excusas
Es facil decir que Alonso quedó afuera por culpa de Juncos, pero el hecho de que McLaren haya finalizado con lo justo, es solo el reflejo de una serie de sucesos y vergonzosos errores en el desarrollo del monoplaza que competiría en esta edición de la Indy 500. Zak Brown, el Big Boss de McLaren, agachó el moño y se sinceró con Associated Press, para relatar detalle a detalle, como fue que fracasaron. Desde problemas logísticos, desafortunadas alianzas (con Carlin, quienes no daban el ancho para un equipo de a tres), demoras en arreglos superfluos (como la corrección de color del auto, que les hizo perder dos días de pruebas) y la bomba que desataría todos los problemas, el tener el auto listo y sin ningún volante, el cual tuvo que ser encomendado a Cosworth de manera urgente. Si te olvidaste del manubrio cuando estas armando un auto, significa que lo hiciste estrepitosamente mal, y hay que considerar que McLaren reparte su tiempo en un equipo de Fórmula 1 y en sus propios super deportivos. El que mucho abarca, poco aprieta.
Otros desastres involucraron el ramal eléctrico, sensores de presión en los neumáticos, un error de conversión entre pulgadas y metros, entre otros. Lo bueno, es que, tras la transparencia, lo van a intentar nuevamente el próximo año. De seguro Brown tiene claro que debió delegarle todo a Gil De Ferran con mayor antelación.
Alonso jugando al pinball en la IndyCar