Cada vez que tomamos el auto para salir de viaje (como para muchos será el caso, durante esta semana de Fiestas Patrias) tomamos algunas conductas sobre el consumo de combustible. Pero ¿son todas tan efectivas?
La verdad de las cosas es que la gran mayoría de las veces, el problema está entre el asiento y el volante. Al que le quede el poncho, obviamente.
Por lo mismo, junto con Exequiel Anfruns de Anfruns Motors (Dercocenter) revisamos algunas creencias recurrentes y tips, para que tengas cuidado y gastes más en las fondas que en tu estanque.
1.- El tamaño siempre indica cuan gastador es el auto
El hecho de que el vehículo sea más pequeño no tiene relación directa con que gaste más o menos bencina, porque ello dependerá de su peso en comparación con la potencia que se necesita para moverlo. Hay autos con motores muy eficientes que permiten mover el auto con soltura y sin mayor esfuerzo, permitiéndonos un manejo más holgado. Por otro lado, hay motores que no siempre le quedan al auto y por andar muy forzados (o cuando cargas el auto más de lo debido) gastan más que motores más grandes.
Hay que pensar también en el propósito para el cual está diseñado tu auto. Un auto deportivo o un todo-terreno va a gastar más combustible, inevitablemente. Un citycar podría ser muy económico en ciudad, pero no mucho si lo exiges en carretera o lo cargas.
"Si los trayectos se realizan solo por la ciudad, un motor pequeño (menos de 1.500 cc) será la solución ideal, siempre y cuando no se cargue demasiado. Por otra parte, si se viaja mucho por carretera, lo ideal son los motores más grandes (desde 1.500 cc), porque tienden a ir menos revolucionados a mayor velocidad".
2.- Los automáticos gastan más que los mecánicos
“Las cajas de cambio automáticas no generan un alto gasto de combustible en comparación con un auto mecánico”, destaca Anfruns, “y varias marcas han desarrollado sistemas de alta eficiencia. En general los autos hoy por hoy tienen un procesamiento acorde a la dinámica de cada vehículo y la diferencia entre uno automático versus uno mecánico ha disminuido a menos de un 5% gracias a las cajas secuenciales”.
Complementaremos. En un inicio, los autos antiguos tenían cajas automáticas de muy pocas velocidades, por ende, era muy factible caer en marchas largas con tramos muy largos, donde el motor se demoraba en llegar a un estado más eficiente de performance y consumo. Además, que como estas eran muy pesadas, la diferencia se acentuaba. Hoy las cajas automáticas son mucho más inteligentes, tienen tantas marchas como una manual, con modos de manejo y en algunos casos, también son más compactas, lo que ayuda a gestionar mejor la potencia del auto, minimizando o invirtiendo la brecha con sus semejantes mecánicas.
3.- Manejar en marcha alta a baja velocidad
“Esta práctica obliga al conductor a pisar más el acelerador para mantener la velocidad. Esto provoca que la unidad de control ordene aumentar la cantidad de combustible dentro del cilindro, para mantener la potencia. Por esto es necesario manejar dentro del rango de revoluciones definido para cada marcha, que por lo general oscilan entre las 2.500 y tres mil rpm en un motor a gasolina”, dice Anfruns.
4.- Inflar de más los neumáticos
Un neumático con menos presión de inflado, de acuerdo a lo recomendado por el fabricante, tiende a gastar más combustible, ya que su superficie de apoyo es mayor. Se cree que, si se aplica exceso de presión de aire en las ruedas, estas girarán de manera más fácil, por ende, el automóvil tenderá a moverse con menos resistencia. Si bien hay algo de razón, ya que un neumático muy desinflado podría provocar un aumento en el consumo de combustible, todo va a depender nuevamente de la carga que se le adiciona al vehículo. Hay que tener en consideración eso sí que esta acción lleva a cambiar un poco el estilo de conducción, sobre todo con pasos de curvas más lentos, ya que el área de apoyo de la banda de rodado del neumático se reduce, lo que podría producir una inestabilidad en la dirección y tracción del vehículo.
En resumen, echa el aire que indica el fabricante y que realmente necesites. Las marcas de auto han hecho incontables pruebas en sus modelos y por algo recomiendan cierto rango de presión, el cual podrás encontrar en los marcos de las puertas o en el manual.
5.- Evitar el uso del aire acondicionado
Muchos dicen que una buena medida para no gastar de más es apagar el aire acondicionado y dejar entrar aire por las ventanas. “Lo que se desconoce es que desde los 70 km/h la turbulencia que se genera por el aire que entra produce un efecto de frenado sobre el vehículo, aumentando más el consumo que si se tuviese el aire acondicionado encendido. Por lo tanto, siempre será recomendado utilizar el sistema de enfriamiento por sobre la velocidad indicada anteriormente. Cuando se maneja en ciudad (velocidad máxima 60 km/h), sí se cumple el mito”.
6.- El tipo de bencina ayuda a ahorrar
Técnicamente, el octanaje es el aditivo que evita que la gasolina se auto inflame antes de tiempo, por ello es necesario que los vehículos de altas prestaciones o de gran rendimiento mecánico utilicen 97 octanos. "Si se tiene un auto promedio no es necesario un octanaje tan alto y una de 95 bastará, más aún si siempre se transita en ciudad. Pero si se va a viajar al norte o al sur, se recomiendan 97 octanos. Se notará el ahorro, teniendo en cuenta lo que recomienda el fabricante para un determinado motor".