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Chevrolet Camaro ZL1 vs Dodge Challenger Hellcat Redeye vs Ford Mustang Shelby GT500

¡En efecto los tradicionales Muscle Cars ya no solo ofrecen fuerza bruta!

Chevrolet Camaro ZL1 vs Dodge Challenger Hellcat Redeye vs Ford Mustang Shelby GT500

Antecedentes

En esta ocasión tuvimos a disposición los vehículos más poderosos que se ofrecen en el mercado, ya son viejos conocidos de la redacción de Autocosmos, incluso hicimos un Frente a Frente de los mismos modelos en sus versiones digamos, de entrada en el 2016.

En el frente a frente de hoy tenemos las versiones más extremas y poderosas que se hayan creado y que sean legales para usar en la calle.

Sin lugar a dudas se trata de una reunión de Muscle Cars cargada de tradición, historias y leyendas que suman más de 2,200 caballos de poder y son capaces de quemar cientos de llantas en sus vidas útiles. Una prueba en pista, en donde los llevamos al límite y probamos todas sus capacidades -y las nuestras también-

Como todos saben en los años sesenta los tres grandes de Detroit empezaron a producir vehículos más orientados a el disfrute tras el volante, fueron pensados de una forma individualista, para que el propietario -que seguro era un sujeto de clase media y jefe de una familia- tuviera un pequeño pretexto para explorar un poco la rebeldía de manejar un auto deportivo, pero que le ofreciera espacios funcionales para transporte de personas y cosas en cajuelas de buen tamaño…

Así pues los vehículos medianos con imagen deportiva de Chrysler, Chevrolet y Ford fueron ganado adeptos, y esos mismos modelos que en sus inicios tenían motorizaciones funcionales y discretas fueron ganando un lugar en las cocheras de la Generación Silenciosa nacidos entre 1929-1940 y los Baby Boomers.

Los fabricantes se dieron cuenta que esos clientes estaban dispuestos a pagar más por más poder y mejor apariencia deportiva, así pues aquellos discretos autos se convirtieron en los conocidos Pony Cars, y como el frenesí de poder y potencia seguía y seguía aquellos Pony Cars dieron paso a los Muscle Cars, que no se trataba de otra cosa que los mismos autos medianos con adaptaciones de fábrica que mejoraban su poder y potencia al doble y algunas veces al triple. Los nuevos Muscle Cars eran verdaderas máquinas endemoniadas, ya que el poder erogado por sus sendos V8 era muy complicado y difícil de poner en el pavimento, y solo los más diestros y atrevidos podían controlarlos. En manos inexpertas eran sumamente peligrosos y precisamente esa combinación de poder y dificultad de manejar los hizo mucho más respetados y venerados.

La crisis petrolera de los años 70 mató a esos vehículos con descomunales y sedientos motores V8. Los altos consumos de gasolina rápidamente desalentaron al los consumidores que empezaban a descubrir vehículos importados pequeños con motorizaciones de baja cilindrada, ridículas en comparación con los V8 de 5, 6 ó 7 litros, poco a poco esas “Raras Avis in Terris” llamadas Muscle Cars fueron muriendo de inanición.

Los emblemáticos Ford Mustang y el Chevrolet Camaro siguieron a la venta durante las décadas del 80 y 90, no así el Dodge Challenger. El verdadero renacimiento del concepto Pony Car / Muscle Car se da en la primera década del Siglo XXI los tres grandes de Detroit deciden revivir el concepto y lanzan paulatinamente sus respectivos modelos con carácter retro.

Dichos modelos revivieron con líneas y características parecidas a los de sus antepasados, por ejemplo motores muy poderosos la suspensión de eje rígido en el eje trasero lo que los hacía igual de difíciles de manejar que sus antepasados.

En la última entrega de la industria estadounidense en conjunto los llamados Muscle Cars han recibido una carga tecnológica que los aleja completamente de ese viejo concepto que solamente eran rápidos en caminos rectos y que había que ser un superdotado para poder controlarlos en un camino sinuoso. Tecnologías comunes en los GT europeos se empezaron a notar en los estadounidenses, y me refiero a sistemas de suspensión independiente, electrónica aplicada a mejor agarre, léase suspensiones magnéticas, y ya empiezan a aparecer en el horizonte las transmisiones robotizadas.

         

Dodge Challenger Hellcat Widebody Redeye

Un nombre largo, larguísimo como sus prestaciones

Un poco de historia…

La submarca CHALLENGER de Dodge nace en 1969 como un competidor directo del Mustang de Ford y del Camaro de Chevrolet, y siempre fueron vistos como el auto rudo y montaban en aquellos años el ahora famoso motor HEMI que tristemente la crisis petrolera de los años setenta sepultó.

El nombre Challenger regresa a la escena en el 2008, y desde entonces no ha dejado de sorprender pues cada año lanzan versiones más extremas y poderosas como el que hoy tenemos a prueba, el Hellcat Redeye, y ya que hablamos del Hellcat repasemos un poco la historia y descubramos que el nombre es en honor a un avión estadounidense fabricado por Grumman en la Segunda Guerra Mundial, y me refiero al F6F Hellcat.

Especificaciones

El Redeye monta el mismo motor que usa el Demon, un V8 HEMI de 6.2 litros supercargado que entrega 797 caballos de fuerza a las 6,000 revoluciones y un torque de 707 lb-pie en el rango de las 4,800 vueltas.

El motor HEMI está acoplado a una transmisión automática de ocho cambios que envía la fuerza al eje trasero. La suspensión es MacPherson en el eje delantero e independiente en el eje trasero. El sistema de frenos está firmado por BREMBO y tiene discos flotantes de 15.4 pulgadas con mordazas de seis pistones en el eje delantero y de 13.8 pulgadas con mordazas de cuatro pistones en el eje trasero.

El precio es de Un Millón 744 mil pesos.

Manejo

La experiencia con el Challenger en nuestra redacción ha sido vasta, ya que hemos manejado muchas versiones y hemos notado como ha ido mejorando con los años, desde la aparición de la versión Wide Body el agarre es mucho mejor, simplemente sentir ese empuje otorgado por el descomunal V8 con un supercargador es un experiencia que hay que vivir alguna vez en la vida, en el momento que se hunde el acelerador se siente esa mano gigante e invisible que nos presiona contra el asiento, el sonido es adictivo y las cosas pasan rápido, muy rápido.

Al ser un vehículo de grandes dimensiones, las transferencias de peso son notorias, y aunque tenemos muchísimo poder a disposición hay que ser suave con las reacciones y las correcciones por que nos podemos llevar una sorpresa.

El rey del drift, el muy fácil ponerlo de lado, pero insisto si no se es sutil con los movimientos de volante y se administra el gas de forma gradual, el tropo será inminente.

Un coche emocionante y divertido de manejar, solo que al tener tanto poder a la ruedas traseras hay que ser consciente de lo que se hace.

 

Chevrolet Camaro ZL1

El más poderoso que haya fabricado la casa del corbatín

 Los inicios…

Los primeros motores ZL1 de los años sesenta fueron concebidos para la competición, específicamente para la serie CANAM, y estaban fabricados en aluminio, los motores eran de 427 pulgadas cúbicas o siete litros. Los primeros Camaro ZL1 fueron fabricados por la división COPO de General Motors, y COPO quiere decir CENTRAL OFFICE PRODUCTION ORDER. 

Camaro nace en 1966, como modelo 1967 y su contraparte RETRO renace en 2010

Especificaciones

El Camaro ZL1 tiene un motor V8 de 6.2 litros SUPERCARGADO que nos ofrece 650 caballos de fuerza en el rango de las 6,000 rpm y genera un torque de 650 libras pie a las 4,600 revoluciones.

El motor está acoplado a una transmisión automática de diez cambios y la tracción es en el eje posterior. La suspensión ofrece el sistema Magnetic Ride control, el esquema es MacPherson en el eje delantero e independiente en el eje trasero.

El sistema de frenos está firmado por BREMBO y tiene discos flotantes de 15.3 pulgadas con mordazas de seis pistones en el eje delantero y de 14.4 pulgadas con mordazas de cuatro pistones en el eje trasero.

El precio es de Un Millón 558 mil pesos.

Manejo

Sin la menor duda el ZL1 es el más dócil de los tres, su aspecto exterior aunque es rudo no es tan escandaloso como el de los otros dos. La posición de manejo es correcta, y el diseño compacto del interior da una sensación de encierro, pues la dimensión de la zona acristalada es reducida.

El manejo es contundente, y el conjunto del un enorme V8 y la suspensión hace su trabajo de forma esperada, y la única queja podría ser la lentitud de la caja automática de 10, que está más pensada para uso en “freeways” que en una pista.

Las dimensiones y la puesta a punto -fuera de la crítica de la transmisión- es muy buena, el manejo es de un verdadero gran turismo europeo, el Camaro comunica todo lo que pasa, y le da al conductor la certeza que no hará extraños inesperados en el peor momento.

Un manejo refinado que otorga una gratísima experiencia a bordo, no en balde el precio es elevado.  

 

Shelby GT 500

Carroll Shelby no se hizo famoso por el GT40, el GT500 fue una de sus creaciones más alabadas

El GT 500 nace bajo el ojo avizor de Carroll Shelby en 1968, montaba el descomunal V8 de 427 pulgadas cúbicas o SIETE LITROS llamado Police Interceptor.

En aquellos años la potencia que entregaba dicho motor era de 355 caballos de fuerza ¡Una LOCURA en esa época!

Los primeros Shelbys estuvieron en producción de 1965 a 1970 y la colaboración Shelby-Ford renace en el 2006

Especificaciones

Nuestro modelo de prueba tiene un motor V8 de 5.2 litros SUPERCARGADO que nos ofrece 760 caballos de fuerza en el rango de las 7,300 rpm y genera un torque de 525 libras pie a las 5,000 revoluciones.

El motor está acoplado a una transmisión robotizada de doble embrague de siete cambios manufacturada por TREMEC. El esquema de suspensión es MacPherson en el eje delantero e independiente en el eje trasero, en las cuatro esquinas encontramos amortiguadores MAGNERIDE.

El sistema de frenos está firmado por BREMBO y tiene discos flotantes de 15.5 pulgadas con mordazas de seis pistones en el eje delantero y de 15 pulgadas con mordazas de cuatro pistones en el eje trasero.

El precio es de DOS Millones 300 mil pesos y solamente llegarán 150 a México.

Manejo

Desde que uno se acerca al Shelby luce intimidante, las dimensiones de la parrilla frontal y la gran cantidad de tomas de aire nos dan una idea de lo rápido que puede ser.

Al sentarse en el puesto de conducción me doy cuenta que es compacto, sin tener la sensación de encierro del ZL1 y es los suficientemente amplio sin llegar a las dimensiones interiores del Hellcat.

El motor es descomunalmente potente, pero lo mejor de todo el lo suave que lo pone en el piso, la caja de cambios es de doble embrague robotizada y es la más rápida de los tres Muscle Cars de esta prueba.

En recta es sumamente rápido, pero en donde verdaderamente brilla es en las curvas, pues la puesta apunto de la suspensión magnética lo hace ser muy preciso.

 

Los tiempos en la pista

Medimos a los tres en el Autódromo Moisés Solana y como siempre en este tipo de pruebas nos acompañaba nuestro piloto de cabecera y buen amigo Manolito Carrión, que tenía la premisa de hacer el mejor tiempo en cada uno de los vehículos de nuestro especial y así descubrir cual sería más rápido en el circuito de 1,750 metros de la pista ubicada en Epazoyucan Hidalgo.

3er Lugar

Dodge Challenger Hellcat Redeye que completó la vuelta rápida en 59"96.

2do Lugar

Chevrolet Camaro ZL1 que paró los chronos en 56"86.

1er Lugar

Ford Shelby GT500 con un tiempo de 55"83 siendo el más rápido de los SEIS autos que llevamos a la pista para celebrar el fin del 2019 y si no has visto la contraparte híbrida y eléctrica de nuestro especial, te invitamos a hacerlo ahora mismo.

Conclusión

En definitiva estamos ante lo más poderoso que construye la industrai estadounidense, en conjunto suman más de 2,200 caballos de poder y otros tantos de Torque y lo más plausible es que son vehículos que ya cuentan con una arsenal de tecnología y electronica que además de que los hace mucho más veloces, los hace más seguros. Toda esa esa tradición y carga emocional de la deportividad al estilo de las barras y estrellas está disponible hoy, con un alto precio, pero dicen por ahí que el que quiere azul celeste, pues que le cueste.

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