Antes de hablarles de este bólido lombardo, conozcamos el trabajo del restaurador inglés Thornley Kelham. Su taller está ubicado en la localidad de Gloucestershire, y en esas instalaciones se han revivido ejemplares tan exclusivos como un Amilcar C6 Voiturette de 1928, un Lancia Lambda 7th Series Torpedo de 1927 y un Talbot Lago de 1939, entre muchos otros.
Este restaurador está a punto de enfrentar un nuevo desafío, que es devolverle su belleza original al bólido protagonista de esta crónica, un Alfa Romeo 6C 1750 SS de 1929. Si bien ya se trata de una variante especial, atendiendo a su sigla SS (Super Sport), este 6C posee un currículo mucho más extenso e interesante, porque perteneció al “Il Duce” italiano Benito Mussolini quien lo adquirió en 1930 a un precio 60.000 liras.
El 6C en su formato más reconocible, con el radiador cuadrado, el carenado lateral y los focos.
Claro que en ese entonces el citado Alfa Romeo tenía sus componentes estándar, es decir lo necesario para usarlo en las calles, pero al cabo de siete años de estar en manos de su controvertido dueño el ejemplar fue sometido a un trabajo de aligeramiento que le permitió enfrentar competencias mucho más exigentes en las que incluso derrotó a algunos rivales mejor equipados en términos de potencia.
¿Qué pasó entre 1937 y 2020?, la verdad que es un misterio, porque un manto de oscuridad cubrió las páginas de este diario de vida… no se sabe mucho del pasar de este 6C durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Lo bueno es que sobrevivió, ahí está para contemplarlo casi en estado íntegro, y solo el paso del tiempo ha hecho mella en su belleza pero no al extremo de tornar imposible su restauración.
Italiano imbatible
Luego de pasar algunos años en Estados Unidos el Alfa Romeo 6C 1750 SS volvió a Europa, a Inglaterra para ser más precisos, y en ese minuto es cuando se anuncia que su orgulloso propietario decidió encargarle la tarea de revivirlo a las expertas manos de Thornley Kelham.
El P2
En la década del veinte la casa italiana acuñó la sigla 6C para distinguir a sus ejemplares destinados a la competición, todos derivados del imbatible monoplaza P2, diseñado por Vittorio Jano. Las primeras unidades montaban un motor atmosférico de 1.487 cc que producía 44 CV, pero al poco tiempo se aumentó la cilindrada hasta 1.750 cc con lo que se obtenían 85 caballos, un erogue que junto al reducido peso de la unidad Super Sport brindaba lo necesario para correr a más 153 km/h.
El 6C 1750 SS acumuló innumerables victorias en las pistas y competencias de larga duración, como la Mille Miglia, en cuya edición de 1929 largaron 13 unidades de las que siete inscribieron su nombre entre los diez mejores tiempos.
El 6C nació como un veloz automóvil para usarlo en las calles, la variante 1500, pero a poco andar la potencia fue aumentada y la carrocería fue despejándose de peso, por lo que la gama agregó los apellidos Turismo, Sport, Super Sport, Gran Sport Turismo, Gran Compressore Sport, Gran Turismo Compressore y Super Sport TF, con el propósito de que los compradores eligieran la alternativa más a tono con sus necesidades.