Hace unos años ya que acabó la relación comercial e industrial entre Ford y Mazda, y desde entonces cada marca ha trabajado en sus propios proyectos y asociaciones. El único vínculo que aún queda vigente es la pick-up BT-50, que como se sabe, utiliza la base mecánica de la Ford Ranger y se produce en conjunto en la planta de la marca del óvalo en Tailandia.
Pues bien, hace ya un tiempo que Mazda anunció que la nueva generación de la BT-50 se fabricaría utilizando como base la Isuzu D-Max, un nombre muy conocido en Chile porque se comercializa bajo la marca Chevrolet y fue la heredera de un mito: la LUV. Esta asociación entre japoneses y americanos no va más y, de hecho, Chevrolet trabajó en su propia pick-up mediana, la Colorado.
Isuzu hizo su trabajo: desarrolló la octava generación de la pick-up y la presentó en Tailandia hacia fines de 2019, iniciando ahora la internacionalización del modelo hacia mercados del sudeste asiático y Oceanía. Y en la previa de su aparición en Australia, uno de los mayores mercados de camionetas del mundo, se develan algunos detalles de la futura Mazda BT-50.
El medio especializado australiano CarsGuide indica que más que trabajar en un modelo con identidad propia, Mazda decidió comprarle a Isuzu un producto listo y probado, para así ahorrar dinero y seguir de largo con su exitosa estrategia comercial.
Eiji Mitsuhashi, director de comunicaciones globales de Isuzu, le dijo a CarsGuide que "la nueva D-Max fue desarrollada en exclusiva por Isuzu, y luego la suministraron a Mazda como un OEM (Fabricante de equipo original, por sus siglas en inglés). Fue desarrollada por completo por nosotros, tratando de balancear los usos como vehículo de pasajeros y su demanda de trabajo off-road".
Mazda no ha dicho nada respecto de la nueva BT-50, salvo que lucirá totalmente distinta a la D-Max y al modelo actual, con una postura "más agresiva y musculosa", según palabras del diseñador jefe de la marca nipona, Ikuo Maeda, durante el último Salón de Tokio.
Se sabe que debería aparecer a fines de este año o en el primer semestre del próximo, compartiendo no sólo el nuevo chasis, sino también las dos opciones mecánicas turbodiésel: un 3.0 litros con 190 Hp y 450 Nm de par, y un 1.9 litros con 150 Hp y 350 Nm de par. Ambos motores se asocian a transmisiones de seis velocidades, manual y automática, con opciones de tracción simple o a las cuatro ruedas con diferencial electromagnético de bloqueo electrónico en el eje trasero y un cardan de aluminio.
Por ahora comienzan a aparecer los renders y simulaciones de cómo debería verse la futura BT-50, y encontramos uno en el sitio paquistaní CarSpirit que nos gustó mucho, y lo colocamos de portada de nota. ¿Qué opinas?