Probablemente uno de los autos más conocidos en la cultura popular de nuestro país es el Opel Corsa. Comercializado principalmente como Chevrolet durante su primer periodo, no solo fue un auto muy accesible, sino que también muy versátil, gracias a que, a partir de su plataforma, nacieron muchos modelos más, algo muy típico de los modelos fabricados o comercializados en nuestra región. No solo tuvimos un Corsa hatchback de tres y cinco puertas, sino que también una Station Wagon, un Sedan, una camioneta ligera y un furgón comercial. Incluso, en Europa, su base también permitió crear al coupé Tigra.
Este Corsa de segunda generación, modelo que estiro su vida un poco más de lo que quizás debería haber sido, considerando que en Europa ya se comercializaba el modelo de nueva generación (Corsa C), el cual llegó a Chile con el apellido Evolution y que nunca pudo realmente sucederlo, por la diferencia en precio que tenían. Solo cuando General Motors decidió reincorporar a Opel como marca, la gama completa se puso al día, con los nuevos Corsa, Mokka, Astra e Insignia, de estándar europeo. Entonces para muchos, el Corsa paso a ser un auto caro, pero, por otro lado, vigente con respecto a los estándares europeos y más cercano a sus nuevos rivales.
El peso del nombre Corsa aún se siente, más cuando se realizó el histórico traspaso de Opel al Grupo PSA. Las expectativas eran altas y todos querían saber que forma iba a tomar esta nueva generación. Por lo mismo, aprovechamos las semanas libres entre la "cuarentena dinámica" y la "cuarentena total" para conocerlo, considerando que su lanzamiento técnicamente quedó truncado cuando llegó la pandemia al país.
El nuevo Opel Corsa (Corsa F) se fabrica en la plataforma EMP1 de la familia de plataformas CMP de PSA. Esta base ya es utilizada por los nuevos DS 3 Crossback y Peugeot 2008, ambos en venta en Chile, además del galardonado Peugeot 208 de segunda generación. Mide 4.060 mm de largo, 1.433 mm de alto y 1.960 mm de ancho, con 2.538 mm entre ejes y un maletero de 309 litros, expandible a 1.081 con los asientos abatidos. Esto lo pone como rival del Citroën C3, del actual Peugeot 208 y de algunos modelos del grupo VAG, como el Seat Ibiza, el Volkswagen Polo y el Škoda Fabia. También podríamos considerar modelos como el Suzuki Swift y el Renault Clio. Sin embargo, si quieres el modelo más nuevo y mejor desarrollado entre todos los mencionados, el Corsa es el auto a escoger.
Sobre su diseño, el anterior Corsa contaba con un diseño más cuneiforme y con dos estilos diferenciados según la cantidad de puertas que eligieras. Este nuevo Corsa solo se puede adquirir con cinco puertas y su estilo es más bien tradicional, con dos volúmenes bien definidos y una parrilla más delgada que sutilmente nos recuerda a la del Corsa B, aunque con dos segmentos cromados que parecen prolongarse hacia el interior de los focos, más pequeños. A los costados de la toma de aire inferior están los neblineros, situados en dos encastres verticales que parecen ojales a cada lado del parachoques. Un detalle singular es la nervadura que recorre el capot.
De perfil vemos una linea ascendente en la parte inferior, la cual se quiebra y asciende hacia los focos traseros, mientras que en la parte superior de las puertas hay una segunda linea que proyecta solidez al darle dimensión a las puertas. Ambas, tratan de dar el efecto de un auto más largo y grande. El techo viene de color negro en todas las versiones.
La zaga es más interesante, con un medallón aguzado, un maletero de aspecto cóncavo (con un logo en relieve que oculta el botón de apertura), focos alargados y dos reflectantes que imitan la forma de los neblineros en el frente. Los espejos retrovisores son los mismos del 208 y del C3.
En resumen, es un diseño moderno y mucho más transversal. Es menos agresivo y deportivo, buscando apelar más a la sobriedad, que es finalmente el rol que juega Opel en PSA, hacer de contraste entre la audacia de sus pares franceses.
En el interior hay algunas cosas que no vamos a dejar pasar, en especial los materiales plásticos del interior, la gran mayoría muy duros, de aspecto económico y que se replican también en el volante, el cual es multifunción y regulable tanto en altura como en profundidad, pero que, sin una cubierta de cuero, parece sacado de un furgón comercial. Nada que decir del armado, todo en su lugar y firme como debe ser en un auto europeo. El cuadro de instrumentos, aunque muy legible y completo, luce muy anticuado. Esto no nos molestaría tanto, de no ser porque estamos pagando 12 millones de pesos por este auto, aunque el debate sobre su precio lo vamos a dejar para el final.
De Opel hay varias cosas reconocibles. No es como que la marca alemana haya tomado piezas de Citroën o Peugeot para fabricar su auto y eso se nota, por ejemplo, en las tipografías usadas, que son estrechas, o los botones, el climatizador delgado, la perilla de las luces o el diseño de los aireadores. Incluso, la palanca de cambios, de recorrido largo y gruesa empuñadura. Eso es bueno porque significa que PSA está dejando a Opel mayor libertad en su identidad.
Ergonómicamente mejoran varias cosas, como la orientación de la pantalla del sistema multimedia, más a la mano de nuestro campo visual, un atributo de seguridad.
Lo que sí es muy positivo en el Corsa es su nivel de equipamiento, incluyendo ABS con EBD, seis airbags, cámara de retroceso en 180 grados, sensor de retroceso, control de tracción y estabilidad, además de monitor de presión de los neumáticos, alerta de cambio de carril y otros como alzavidrios automáticos en las cuatro puertas, aire acondicionado, espejos eléctricos y calefaccionados, además de un sistema multimedia con panel táctil de 7" y soporte para Bluetooth, Android Auto, Apple CarPlay, etc. Obviamente, si seguimos escalando en versiones, vamos a encontrar más novedades, pero con precios que se empinan bastante más.
Los asientos son bastante cómodos, si bien no son ni tan grandes ni tan mullidos como los de Citroën o Peugeot. Las plazas traseras también son cómodas, aunque yo diría que son más para cuatro que para cinco, salvo que sean niños, si bien el asiento del medio no es incómodo. Los respaldos delanteros son cóncavos, lo que permite generar amplio espacio para las rodillas. De altura también hay espacio, pero ojo, que sobre las cabezas queda un travesaño estructural, a lo que se suma la caída del parabrisas trasero (queda muy pequeño), lo que nos da una sensación de que vamos sentados casi en el maletero. Llama la atención que las puertas son pequeñas, o dan esa sensación, muy aparente al ver como el pilar C queda por encima del respaldo de los asientos.
En resumen, tenemos un auto muy completo, practico y cómodo para cuatro personas. Tiene apoyabrazos, una gran guantera, alta conectividad y seguridad. Pero se echa en falta una mayor apreciación de calidad en algunos materiales o elementos, principalmente por su precio. Además, habiendo visto el vanguardista y bien cuidado interior del nuevo 2008, que es técnicamente el interior del 208, sabemos que se pudo haber hecho un esfuerzo mayor.
Lo mejor que tiene el Corsa, sin lugar a dudas es su chasis, su reacción dinámica y su motorización. Es sabido ya, que no es como que Opel tome un 208 y le ponga sus insignias. Los alemanes hacen su propia calibración del modelo y eso se nota, porque el Corsa no se parece mucho a un Citroën ni a un Peugeot, en especial a los vigentes 208 y C3. Es un auto muy reactivo, pero no nervioso y que a pesar de que lleva una dirección eléctrica, a momentos si te deja leer lo que sucede en el eje delantero. Incluso el tacto de la suspensión tiene un saborcillo algo alemán, a mi parecer, un poco más firme que en los franceses, aunque como no he manejado el nuevo 208, tampoco se a ciencia cierta si Peugeot ha decidido darle un poco más de firmeza a su modelo.
El motor es un 1.2 Puretech de tres cilindros con turbo. Eroga 100 Hp y 205 Nm de torque y en nuestro caso particular, va con una caja manual de seis velocidades, aunque también hay una opción con caja automática de ocho velocidades. Estos motores homologan entre 18,7 km/l y 26,3 km/l según la caja que se use y si se conduce en ciudad o carretera. Para nuestro caso, en carretera vimos 19 y 20 km/l, un poco menos de lo que indica el 3CV y que está dentro de mi margen de usabilidad de 2 km/l. No deja de ser un formidable consumo. En ciudad, por otro lado, fue distinto, porque las cifras deberían andar cercanas a los 16-17 km/l y a mí solo me dio entre 12-13 km/l, considerando que además este auto tiene Start/Stop, pero que solo se activa cuando ya llevas manejando un tiempo y el acumulador de energía lo permite. No dejan de ser buenas cifras para lo bien que anda este auto y quizás, con el uso, el consumo mejore.
La entrega de esta planta es elástica y poco rumorosa, para lo que podría esperarse de un tricilíndrico. No se esfuerza mucho (no va nunca sobrerevolucionado) y gracias a la caja, logra siempre tener alguna reserva de torque en casi todas las marchas. El turbo ataca de manera imperceptible y acompaña muy bien su conducción. Este motor es una clara ventaja frente a sus rivales de otras marcas, donde algunos han apostado por motores aspirados y antiguos (Seat, Volkswagen) o muy pequeños (Renault).
Por si acaso, también hay un motor diesel disponible, el que pudimos probar en Croacia y que puedes leer aqui.
Entonces, nos encontramos con un buen ejemplo de como se vislumbra el futuro de Opel en manos del Grupo PSA, al margen del Crossland, Grandland y Combo que también nacieron con tecnología PSA. Pero lo mejor es que el Corsa, se sigue sintiendo como Opel, algo crucial para los que son más adeptos a la marca alemana. Los únicos que quizás podrían verse un tanto decepcionados, son los amantes de los Corsa deportivos, un pequeño culto que se gestó a partir de los Corsa D y E con packs OPC Line o motores Turbo Ecotec. Opel ha enterrado la marca OPC y es poco probable que veamos en un futuro cercano, modelos de estas características. Pero para el usuario común, es un formidable auto de ciudad y carretera, muy bien equipado y suficiente. Probablemente, en este momento, es el mejor hatchback del segmento, sin lugar a dudas.
El único gran problema, al margen de las cosas que puedo haber debatido en esta crítica, es el precio. Pero me voy a detener un poco para explicar esto; el precio está más que bien para todo lo que equipa el Corsa, en especial si miramos a sus competidores. Sin embargo, aún sigue siendo un precio caro para el segmento y eso ocurre por tres factores.
Primero, porque tenemos crossovers del segmento B que, al verse más grandes, dan la impresión de ser más auto y por ende, una mejor opción por espacio y conveniencia.
Segundo, porque es un reflejo de una sensación que muchos de ustedes nos comentan a diario: los autos realmente están muy caros. Si, es cierto que el Clio o el Fabia están varios millones por debajo del Corsa, con procedencia europea y alta calidad, pero no con la potencia ni la tecnología de este, aparte de su factor de novedad.
Y tercero, porque este es, por ahora, el Corsa de entrada. Y es raro decir que es el "desde", porque usualmente el modelo base no es un auto muy equipado, y este si lo es. El Corsa "desde" es técnicamente un "full" de la competencia y eso también hace que se perciba caro. Ya veremos como Opel administra su gama con modelos más accesibles y competitivos, considerando que Chile es un mercado donde el precio manda.