Con el fin del 2020 aproximándose, es un buen momento para hacer un recuento sobre lo que nos dejó esta década que termina, en cuanto a desarrollos automotrices. Hace 10 años atrás, los autos no eran tan distintos a como lo son hoy, pero hay muchas cosas que indudablemente han tomado mucho más protagonismo. Además, con lo que ha sido este año de pandemia, también hay algunas tendencias que comenzaron a hacerse parte y que serán relevantes durante los años que vienen.
El interior del Mercedes-Benz A45 S AMG, con pantallas para el sistema multimedia y el cuadro de instrumentos.
La era de la conectividad
Los sistemas multimedia ya llevan bastante en existencia, pero lo que ha cambiado es la funcionalidad multimedia en sí. A principios del milenio, tener una pantalla en el auto seguía siendo equipamiento premium o de tuner. Algunos autos usaban pantallas para los sistemas de navegación y para sus sistemas de audio. Luego comenzó a incorporarse la funcionalidad de video, con soporte para DVD y luego el Bluetooth y los puertos USB para poder escuchar archivos MP3 y ver películas y videos en formato MP4.
Pero el 2010, con la llegada de las interfaces Apple Carplay y Android Auto, la conectividad paso a ser algo mucho más interactivo. Hoy en día los tamaños de las pantallas han crecido, los sistemas operativos son más modernos y en varios casos se ofrece Internet. Incluso, ya varias marcas tienen sistemas con soporte de inteligencia artificial en la nube y acceso de comandos por voz o con gestos. Los GPS, que en los '80 era algo de otro planeta, hoy es algo que llevamos en todos nuestros teléfonos con las aplicaciones de Waze y Google Maps, así como hoy Spotify nos ahorra el tener que andar con una maleta de discos.
El hecho de tener toda nuestra vida digital en nuestros teléfonos ha hecho que los sistemas actuales tengan que contar con algún tipo de conexión a nuestros dispositivos, permitiéndonos conducir con mayor seguridad y comodidad. Pero lo otro que ha comenzado a suceder es que estas pantallas también se están aprovechando para más tipos de usos, incluyendo climatización, telemetría, funciones de confort y seguridad en el auto, reglajes mecánicos, etc.
El Chevrolet Onix, con seis airbags y ESP de serie. Y las versiones full, hasta con sistema OnStar y WiFi 4G. ¿Quién lo iba a creer?
Democratización del equipamiento
Alguna vez, escribí aquí en Autocosmos una nota sobre el concepto "full equipo", nomenclatura tan común a la hora de vender autos nuevos. Con el tiempo, muchas de estas tecnologías han dejado de ser exclusivas de un segmento más pudiente. Como ejemplo, podemos tomar el párrafo anterior, donde me refiero a los sistemas multimedia. La gran mayoría de los autos modernos, tiene algún tipo de sistema multimedia y si no lo tiene, puedes comprar uno a un precio razonable e instalarlo por tu cuenta, algo impensado en décadas pasadas, donde las pantallas solo las veíamos en autos de lujo.
Pero volviendo al concepto de "full equipo", antes, si un auto tenía alzavidrios eléctricos, cierre centralizado, espejos eléctricos, tacómetro y aire acondicionado, podía considerarse técnicamente un auto "Full". Ganabas puntos si además tenías llantas de aleación o neblineros; para que hablar de frenos ABS o airbags.
Hoy, que un auto no tenga algunos de estos elementos, es grave, casi como ver un auto prehistórico.
Con el correr del tiempo y gracias a que la tecnología es más confiable y más barata de implementar, elementos que antes se consideraban exclusivos de la alta gama, hoy permean en segmentos generalistas. Un auto "full" parte de la base que tiene computador a bordo, sistema multimedia, ESP, comandos al volante y cámara de retroceso. Pero de a poco comenzamos a ver como aparecen los cuadros de instrumentos digitales, luces LED, llantas de aleación de sobre 17", techo panorámico, los asientos calefaccionados, asistencias básicas como la ayuda al arranque en pendiente, encendido automático de luces o limpiaparabrisas y el monitor de punto ciego, frenos de estacionamiento eléctricos y hasta sistemas de audio premium.
Incluso, los asientos eléctricos o la tapicería de cuero, hace años que ya no es la gran cosa. Poco nos impresiona hoy en día, así que las marcas de lujo han optado, más que incorporar nueva tecnología, en elevar el nivel de calidad percibida (que también se ha ido democratizando un poco). Hoy en día, un auto de lujo se diferencia más de uno generalista por el poder de su ingeniería motriz, por la calidad de sus materiales utilizados, la resolución y velocidad de sus sistemas multimedia y el diseño de piezas y detalles, mucho más únicos, modernos y vistosos.
Subaru Evoltis: equipa el sistema EyeSight de cámaras estereo, el cual son los ojos del sistema de control crucero inteligente y el sistema de mantenimiento de carril. Ambos, permiten un manejo semiautónomo por carretera.
Asistencias y manejo semiautónomo
La carrera por tener autos que se manejan solos, tal como los que veíamos en películas de ciencia ficción, han acelerado los desarrollos en sensores, radares y sobre todo, en capacidad de procesamiento. La inteligencia artificial, el big data y los avances en tecnología que usualmente vemos aplicados a los algoritmos de redes sociales, también han llegado al mundo de los automóviles. Y claro, tenemos el ejemplo de Tesla y el de otros fabricantes, con autos que se manejan solos en condiciones dadas (con consecuencias positivas y negativas) pero de momento, esto aun intimida y no todos los países (y sociedades) están preparadas, tanto legalmente como en su infraestructura.
Así que para ir acostumbrando de a poco al usuario, hoy muchos autos cuentan con diversas asistencias, que van desde las más básicas, como un sensor de proximidad a la hora de estacionarse, o el radar de punto ciego, hasta aplicaciones más complejas como el sistema de mantenimiento de carril, el control crucero adaptativo y hasta sistemas que pueden estacionar el auto por nosotros mismos. Y eso sin contar otros elementos inteligentes, como la proliferación de sistemas de iluminación con matriz de LED y las transmisiones sincronizadas al GPS.
MG HS, uno de los más recientes arribos del origen y uno de los mejores también por sus prestaciones y relación precio/calidad.
Boom de China
No hay mejor país que Chile para hablar de China. Aquí tenemos muchas marcas de auto de dicho origen y además hemos sido testigo de cómo en 10 años, estas marcas han avanzado desde autos terriblemente malos como el SMA Maple, el Hafei Lobo o el Lifan 320, modelos que en varios casos eran un peligro por su pésima calidad, hasta hoy, que tenemos autos con el diseño del Haval H6, la consistencia de un Chery, el posicionamiento de un MG y la calidad en armado de un GAC. Pasamos de un triste Changan Benni al espectacular Changan CS35 Plus o de autos como las viejas camionetas Great Wall Deer hasta la poderosa Poer que nos llegó este año.
Tanta ha sido la maduración del segmento de origen chino que ha puesto en aprietos a muchas marcas consagradas, en especial por la cantidad de tecnología que rápidamente han incorporado en sus autos. Fueron de los primeros en colocar soporte para WiFi en sus autos, se pusieron rápidamente al día con motores turbo y cajas de doble embrague (ambas no muy buenas, pero mejorando con los años) y pasaron de los plagios o plataformas recocidas (Haima) a modelos de primera linea, con diseños únicos, modernos y una calidad percibida bastante alta. Incluso, fueron los primeros en democratizar el uso del ESP, antes que muchas otras marcas que siguen cobrando altísimas sumas de dinero por modelos muy pobres.
Se hizo el filtro y hoy, muchas marcas que no dieron el ancho, ya no están en el país. Y si bien hay marcas que aún están medias verdes, un buen piño de estos fabricantes, ya están en un nivel de precio y calidad más que respetables.
Fiat Argo... Trekking. Un Argo, con zapatillas para ir a caminar al cerro.
Crossovers...
Hoy, todo es un crossover. Nunca he entendido el boom por este formato. No sé si realmente tiene que ver con una falsa sensación de seguridad al manejar vehículos "más grandes" o una falsa sensación de que nos están entregando un auto que tiene capacidades "extra" por sobre un vehículo urbano y que esto eventualmente se transforma en un valor agregado que nos hace pensar que estamos invirtiendo mejor nuestro dinero. De hecho, este último punto es tan fuerte, que a la gente ya no le importan otros autos con valor agregado, como los deportivos o los autos con diseño especial.
El crossover es una amalgama de cosas; te lo venden como un auto medianamente deportivo (más por estilo de vida que por performance), medianamente práctico por su tamaño, medianamente lujoso por los asientos de cuero o los materiales suaves y medianamente capaz, porque tiene un poco más de despeje y molduras plásticas para que no te lo rayen. Tanto ha sido su boom, que han canibalizado las ventas de muchos otros segmentos. Ya no hay sedanes y los hatchbacks se despiden lentamente.
Va a sonar "boomer" pero aún recuerdo cuando los crossovers eran realmente autos capaces. Tenías una station wagon, un poco más alta, con tracción a las cuatro ruedas y que te llevaba a todos lados sin chistar y sin el volumen o el consumo de un SUV enorme. Y eso que hoy ya no existen muchos SUV, porque técnicamente son crossovers más grandes a los que hemos terminado llamando SUV por convención.
Incluso, si no tienes un crossover, recuerda que siempre puedes fabricarlo tú mismo: llantas bicolor, molduras plásticas en los pasos de rueda y en los parachoques, barras en el techo y si te da el presupuesto, techo bicolor. Incluso, con neumáticos un poco más altos, puedes convertir tu auto. Como a nadie se le ha ocurrido crear un taller de conversión a crossover... ¿cómo no había pensado en algo así para subir mi sueldo?
El Czinger C12, si alguna vez lo llegas a recordar, es fabricado con piezas impresas en 3D.
¿De dónde salió tanto hiperdeportivo?
¿Tan barata está la fibra de carbono? Recuerdo cuando Lamborghini era la única marca de superdeportivos, seguida de Ferrari que tenía un pedigree más afincado en el motorsport. Por supuesto que Mercedes-Benz y Porsche también tenían autos muy deportivos, pero eran más lujosos. Y había marcas con modelos puntuales como Jaguar, Bugatti y McLaren. Si nos estiramos, podemos hablar de Pagani o Koenigsegg, quienes realmente elevaron la vara a los fabricantes ya mencionados.
Pero hoy, parece que el pasatiempo favorito de los millonarios es formar alguna especie de "start-up" con capitales asiáticos y apostar a crear modelos únicos y exóticos, creados en cantidades limitadas, con motores de altísimo performance pero tan inocuos y faltos de pasión, que pareciera que las ideas las tomaron de algún videojuego sin licencia. ¿Tan rentable será crear un hiperdeportivo exótico hoy en día?
De hecho, puedo inventarte una historia ficticia y estoy seguro que ya la has leído en otro lado. Pongamos un ejemplo: el nuevo Exora Aquarius GT9000, creado por una start-up con capitales rusos, árabes y chinos, que pretende remecer el segmento de los hiperdeportivos. Está diseñado por Pininfarina y es impulsado por un motor V12 creado a partir de dos bloques V6 de carrera y un motor eléctrico en el frente proporcionado por un fabricante chino, los cuales desarrollan en total, cerca de 2.000 Hp de potencia. Solo se fabricarán 15 unidades a pedido, superará los 500 km/h, será probado en Nürburgring la próxima semana y en redes sociales ya amenazaron a Koenigsegg y Bugatti para batir el récord del auto más rápido del mundo. El chiste, se cuenta solo y mañana, no te acordarás del auto en cuestión.
Ejemplos reales: Mazzanti, Hyperion, el innecesario revival de Hispano-Suiza, NIO, Arcfox, Dendrobium D-1, Czinger, Devel Sixteen, Lykan HyperSport, Aspark, SSC, Hennessey, Drako, Techrules Ren RS... unas más conocidas que otras y si tu recuerdas alguna que no he mencionado, también la puedes sumar a la lista.
El caso Uber y otras opciones de movilidad
Uber llegó a Chile durante el 2014, pero el servicio fue fundado en el 2009. Desde entonces ha revolucionado el mundo del transporte urbano al sacar de la ecuación al taxista particular. Hoy, cualquier persona puede poner su tiempo y su auto a disposición del servicio, ganando dinero y asociándose con una aplicación moderna que integra pagos en linea y programación de rutas. Si el conductor es bueno, lo puedes puntuar y si es malo, también.
Este sistema puso en la mesa los estereotipos y deficiencias asociadas a los taxistas, los que van desde sus preferencias políticas y pillerías con el taxímetro, hasta el estado de sus vehículos. Con Uber, la tarifa era más económica, las rutas eran calculadas en base a su eficiencia y los autos, al ser particulares, estaban en mejores condiciones. No solo eso, Uber también podía disponer de vehículos más grandes o de autos más equipados, según los requerimientos del cliente.
Claro que esto generó dos fenómenos, la modernización de los taxis ante la demanda de servicios como Uber, Cabify o Didi, asociándose con algunas apps o incorporando sistema de pago con tarjeta de crédito y lo segundo, la rebelión del gremio de taxistas, señalando que Uber no estaba pagando impuestos, patentes y los otros requisitos que si se les imponían a los taxistas. En algunos lados, los Uber se consideran ilegales, por lo mismo.
En Chile, aún recuerdo el estigma que generó ante los usuarios del Chevrolet Orlando, en ese entonces, uno de los autos preferidos para este tipo de servicios, con apedreos y encerronas incluso a usuarios particulares del modelo, que no estaban trabajando con Uber. El escándalo fue suficiente como para que el Orlando, en su tiempo un modelo muy popular, hoy casi ni se vea por las calles.
Uber y las otras aplicaciones de movilidad siguen siendo muy populares por su facilidad de uso. Pero también el rubro que se ha reinventado es el del carshare, o sea, el arriendo a corto plazo de autos, como es el caso en Chile de Awto, conveniente para quienes necesitan provisionalmente un vehículo y con un funcionamiento similar al de Uber, por medio de una aplicación y con puntos claves de funcionamiento y entrega, que nos recuerda un poco a los patines y bicicletas eléctricas que también comenzaron a llegar a la capital.
Focos en dos niveles, para el Chevrolet Groove.
Modas en diseño
Los clichés de la industria son los que hacen que todos digan "ah es que este le copió a este". La moda es la moda y lo podemos ver en las zapatillas, en la música, en las películas, en la ropa y también en tendencias de diseño, como son los autos. Entonces un auto no es que le haya copiado per se a otro fabricante, sino que están todos subiéndose al carro de lo que "pega más" y esto ha sido así en todas las décadas.
Estos años han proliferado los volantes recortados, los cuadros de instrumentos digitales, los aireadores interiores de diseño continuo, los focos delanteros en dos niveles (y más pequeños), los botones tipo tecla (KIA, Peugeot, Renault, Chevrolet), el regreso de los autos de pasajeros (no crossovers) a volúmenes más definidos, las llantas con corte diamante, los packs "negros", la masificación del techo bicolor como opción, los sistemas de audio firmados por marcas de renombre y las luces traseras LED continuas, que recorren el ancho del portalón. Lo mismo podemos decir de los "cortes" elevados sobre el pilar C (estilo Captiva) y la masificación de los SUV tipo fastback, así como los autos de tres corridas de asientos en todo tipo de tamaño.
El Geely Icon, el primer auto con filtro de cabina N95 para combatir el Coronavirus.
Lo que nos dejó el coronavirus
Este último año nos deja de nuevo a la salida de una crisis, tal como fue el 2009 para la industria automotriz. En este caso, la crisis es sanitaria y viral, lo que ha significado confinamiento, sufrimiento y cambios radicales en el comportamiento de nuestra sociedad.
Las marcas de auto han tenido que reinventarse y rápidamente se han tenido que subir al carro de las "nuevas tecnologías". Y lo digo entre comillas, porque para algunos fabricantes e importadores, en distintos países, sigue siendo algo que parece nuevo y desconocido. Autocosmos existe hace más de 10 años y ya ese precedente te dice que Internet es una herramienta y plataforma que hace rato que no es nueva y que ofrece millones de ventajas ante otros medios obsoletos y tradicionales.
Hoy, muchas marcas han mirado a los servicios de eCommerce para poder comercializar sus autos, evitando que la gente acuda a los concesionarios para mantener un efectivo distanciamiento social por la pandemia. ¿Ven que no era tan difícil y tan poco conveniente? Lo mismo con los medios de comunicación digitales y redes sociales, como medios de difusión. Concesionarios virtuales en 360 grados, videos y conferencias vía webcam, también anticipan lo que será la muerte de los Salones del Automóvil, todos cancelados este año y que ya venían en bajada. Las marcas van a optar por presentaciones virtuales, salas de prensa con cámaras y contenido audiovisual.
Y con respecto a los autos, se comenzará a tomar en cuenta una arista poco explotada, como es la de los filtros de partículas y sistemas de higienización activa. Los sistemas de climatización serán más avanzados y contarán con sistemas de luz ultravioleta o purificación biológica, para no solo evitar alergias, sino que también contagios.