Pocos días después de anunciar la construcción de una segunda planta de ensamblaje, la startup estadounidense Rivian confirmó que deberá retrasar la producción y las entregas de sus versiones más potentes de su pick-up eléctrica R1T y su SUV R1S hasta 2023.
Rivian produce hoy en su planta de Normal (Illinois), y levantará un segundo centro de producción cerca de Atlanta, en el estado de Georgia, tras aprobar una inversión de 5.000 millones de dólares. La construcción de este nuevo centro iniciará en 2022 y debería estar operativa a fines de 2024, y tendrá la capacidad de producir 400 mil autos por año.
Esta positiva noticia para Rivian llega de la mano de una mala: el retraso de las entregas de las versiones con grandes paquetes de baterías de su camioneta R1T y de su SUV R1S hasta 2023, según lo informó el presidente ejecutivo de Rivian, RJ Scaringe, para así darle prioridad a los pedidos de una mayor cantidad de clientes.
El CEO indicó que el 80% de los 71.000 pedidos ya reservados de Rivian para su pick-up R1T y su SUV R1S en Estados Unidos y Canadá fueron para las opciones de paquete de batería pequeño, y sólo el 20% corresponde a los paquetes grandes. Mientras las primeras versiones ofrecen hasta 505 kilómetros de autonomía, más que suficiente para casi cualquier actividad, el llamado paquete Max proporciona caso 650 kilómetros con una sola carga.
Tras este anuncio, las acciones de Rivian cerraron con una caída del 3,9%, símbolo de los problemas que ha tenido Rivian para cumplir con sus plazos de producción y entrega, producto de las limitaciones de la cadena de suministro global, la pandemia de COVID-19, un mercado laboral ajustado y problemas en la construcción de módulos de baterías eléctricas.
Rivian ha entregado apenas 386 de los 652 vehículos que ha construido, entre camioneta y SUV.