La tercera generación del X1 (U11), es un modelo con tecnología, mecánicas y equipamiento nuevo, y que se ofrece en cuatro versiones, dos con motor diésel y otras dos con motor de gasolina.
No se trata de cualquier auto, ya que el X1 es uno de los modelos más vendidos de la marca en la región. Es por esto que BMW decidió no contar con versiones con tracción total en esta gama de entrada, para así mantener los precios contenidos, y dejarlas para cuando aterricen las variantes híbridos enchufables (xDrive 25e) y eléctricos (xDrive30).
BMW X1: la base mecánica
Esta tercera generación del X1 se construye sobre una evolución de plataforma de tracción delantera de la marca (UKL2), que fue modificada no sólo para aguantar los nuevos motores eléctricos, sino también para ser más rígida y ligera.
Asimismo, mantiene la disposición mecánica de motor transversal y tracción delantera o total, pero el X1 estrena nuevas dimensiones, un diseño diferente, más equipamiento y una gama de motores distinta.
Partamos por sus nuevas dimensiones, ya que es más grande en todas sus medidas. El X1 mide 4.500 mm de largo, 1.845 mm de ancho, 1.642 mm de alto y tiene 2.692 mm entre los ejes. Si lo comparamos con su antecesor (F48), crece en 23 mm de largo, en 24 mm de ancho, en 44 mm de alto y tiene 22 mm más entre los ejes.
Esto ayuda a mejorar uno de sus puntos débiles anteriores: la habitabilidad en las plazas traseras. De hecho, la marca destaca que el maletero crece en 50 litros hasta los 540 litros, y que los nuevos asientos traseros ofrecen respaldos divididos en tres partes (40:20:40), pudiendo reclinarse en varias posiciones y abatirse para dejar un piso de carga plano.
Vale decir que hoy el X1 es sumamente amplio para llevar a tres adultos atrás, aunque como solemos decir, dos irán mucho más cómodos que tres. El asiento es cómodo, plano de diseño y algo duro para hacer viajes largos, y hay mucho espacio para la cabeza y los pies. La plaza central no es tan buena ya que la consola central sale hacia atrás y el respaldo es duro.
Tal como contábamos al principio, BMW ha decidido lanzar en algunos mercados versiones de combustión pura con tracción delantera, dejando las opciones xDrive para los modelos electrificados.
Hay un turbodiésel de cuatro cilindros 2.0 litros, que genera 150 Hp y 360 Nm de par (sDrive 18d), pero nosotros probamos el motor gasolinero de entrada denominado sDrive 18i, un tres cilindros turbo con 1.5 litros de cilindrada, que eroga 156 Hp y 230 Nm de par (entre 1.500 y 4.600 rpm).
Ambos bloques están gestionados por una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades, que envía el par al eje delantero.
BMW X1: el rediseño exterior e interior
Mantiene las proporciones clásicas del X1, con el capó largo y bajo, superficies esculpidas y un cuerpo cuadriforme, su nuevo diseño exterior hace que se vea mucho más ancho y moderno. Pero añade un nuevo diseño que parte desde el frontal, que es totalmente nuevo y estrena una parrilla más grande con barras verticales más anchas. También son nuevos los faros, ahora Full LED, que mantiene el diseño interior de dos focos, y el parachoques suma entradas de aire activas.
Como buen modelo X, cuenta con protecciones bajas cromadas, guardabarros casi cuadrados y decoraciones cromadas bajo las puertas.
Puertas adentro el diseño es nuevo y adopta la propuesta de pantalla dual para infoentretenimiento (10,7") y clúster de información (10,25") unidas bajo un mismo marco semi curvo, ambas con una resolución impecable. El volante es nuevo como lo es también la consola, que reemplaza la palanca de cambios por un mando de control.
El infoentretenimiento lo gestiona el sistema operativo OS 8, más rápido e visiblemente más claro, y cuenta además con asistente virtual permanente.
Sin embargo, la marca nos eliminó el mando central de la consola que hacía tan fácil e intuitivo el funcionamiento. La idea es usar la voz, cierto, pero eso no siempre funciona tan bien. No sé, me gustaba el mando. Tampoco me gusta tanto el volante, no es tan intuitivo para urgar en las funciones. Seguramente es una cuestión de tiempo y de uso.
Y a tener cuidado, porque los puertos de carga son USB-C.
La percepción de calidad es mucho más alta también. Mejores materiales al tacto, asientos de corte deportivo con ajustes eléctricos y climatizados, todo muy premium como debe ser cualquier BMW. Me encantaron los asientos delanteros y la posición de manejo que ofrecen.
En cuanto a asistencias a la conducción, BMW indica que un robusto paquete del Driving Assistant están disponibles por primera vez en el X1 de serie. Incluye aviso de colisión frontal, freno autónomo de emergencia, aviso de salida de carril con corrección, sensor de puinto ciego y alerta de tráfico cruzado, entre otros.
BMW X1: el manejo
Personalmente encuentro que el X1 es dinámicamente el menos BMW de todos los modelos de la gama, pero esta generación da pasos sustantivos para acercarlo a lo que normalmente esperamos de un vehículo de esta marca.
Es mucho más divertido de manejar, y es posible exprimirlo un poco más, pero no debemos olvidar que se trata de un SUV de tracción delantera y con apenas 156 Hp. No empuja desde atrás, lo hace desde adelante y eso se nota también.
Hablemos del motor, porque si bien es un tres cilindros de potencia reducida para los estándares de la marca, cuenta con un gran torque en baja (230 Nm desde 1.500 rpm) que mueve más que bien los 1.560 kilos de peso. Diría que me sobró motor en todos los usos que le di.
Acelera muy bien desde abajo, tanto en plano como en trepadas, y no se siente que es un motor de números pequeños. Es ágil, recupera bien y trepa rápidamente en el rango medio de revoluciones, manteniendo los consumos muy acotados.
La caja es muy buena, rápida y suave, y se entiende extraordinariamente bien con el motor, lo gestiona bien para llevarlo siempre en su mejor régimen, para que la respuesta sea siempre instantánea. En nuestro manejo urbano nos dio 8,8 km/litro, pero algún día me mantuve en los 10 km/litro, sin cuidar demasiado.
El chasis es lo mejor del vehículo, una base ligera en peso pero sumamente rígida, lo que se manifiesta en su comportamiento dinámico que es casi la de un sedán. Y digo casi porque es alto y tiene 20 cm de despeje al piso, pero se comporta como un auto, ofreciendo mucho aplomo en curva y generando muy pocas inercias. Da la sensación de que va siempre muy plano, muy pegado al piso, lo que entrega mucha confianza para llevarlo rápido.
La suspensión es algo seca, como todo BMW, y algunas asperezas del pavimento se percibe en las manos del conductor. Algunas personas lo sentirán duro, muy firme y preferirán un tacto más blando, pero esta sequedad hace que transmita algo de su sensación deportiva.
En general, el BMW X1 es muy fácil de llevar, es muy responsivo, la dirección es rápida y se maneja muy fácil. Un buen SUV con alma de auto.
BMW X1: conclusiones
En muchos mercados, el precio del BMW X1 se disparó en esta tercera generación, es cierto, pero la marca mejoró mucho a su SUV compacto.
Es más grande por fuera y por dentro, y más cómodo en su interior. Además, es más premium en su construcción y en materiales, se percibe que es un auto de gama alta. Y por si fuera poco, lo dotó de mucha tecnología de seguridad y conectividad.
Pero claro, en la versión que probamos el motor es chico en números y sólo cuenta con tracción simple. Aun así, su dinamismo conductivo es espectacular, lo que entrega al conductor es sumamente gratificante, y además es un modelo muy seguro de manejar, que entregha confianza a cualquiera.
Es un buen BMW, buena opción de compra y sumamente recomendable.
BMW X1 2023