El nombre Atlas ya por si solo representa algo grande. Sometido por Zeus a sostener los cielos, el Titán Atlas ha sido desde siempre un símbolo asociado a los mapas del mundo por su fortaleza. Charles Atlas, el conocido fisicoculturista, también debe su nombre artístico a las estatuas representativas del Titán. Con este precedente, queda claro cuál es el concepto tras este enorme SUV de 5 metros de largo; ser el más grande y sólido, capaz de sustentar un mundo completo, el mundo de tu familia.
Para ello, Volkswagen la ha tenido fácil, en el sentido de que el lenguaje de diseño de la marca, sobrio y geométrico, ayuda mucho a entregar esa impronta, algo que queda de manifiesto al ver sus hombros esculpidos, las líneas rectas y pliegues planos, mostrándose aún más robusta que la camioneta Amarok. Pero ojo, que aun seguimos hablando de un Volkswagen, por lo que este SUV se sigue sustentando en un chasis de la familia modular MQB, lo que le es muy beneficioso en su comportamiento dinámico, más preciso y ágil que el de sus rivales, como son la lujosa Ford Explorer, la suave Nissan Pathfinder y la Honda Pilot, de alta ingeniería, asi como la recién lanzada Chevrolet Traverse de nueva generación y, porque no la bella Mazda CX9.
¿Cómo ser mejor que los gringos en su propio juego?
Volkswagen ya lleva bastante en Estados Unidos y muchas veces saben más que los mismos locales. Es asi como el Atlas se gesta, siendo un SUV típico americano, fabricado en Estados Unidos, para el público de Estados Unidos y considerando todas las preferencias de este sector, desde los posavasos sobredimensionados, hasta los asientos anchos y los neumáticos de perfil alto. Pero, por otro lado, la magia de Volkswagen se percibe rápidamente, desde los materiales hasta la tecnología de su tren motriz, añadiendo una nueva alternativa entre los SUV de tamaño completo, una alternativa difícil de rechazar.
El Atlas presenta unas dimensiones de 5 metros de largo, 1.97 metros de ancho, 1.76 metros de alto y una distancia entre ejes de 2.97 metros. Más impresionantes son sus dimensiones interiores, con un espacio en maletero de 583 litros, extensible a 1572 litros con la última corrida abatida y 2741 litros con todos los asientos desplazados.
Ya que hablamos del interior, comentaremos parte de su equipamiento de serie, que incluye alzavidrios eléctricos, insertos símil madera en las puertas, poderoso sistema multimedia con pantalla de 8" y sistema App Connect (soporte para Apple CarPlay, Android Auto y MirrorLink), cámara de retroceso, comandos por voz, freno de estacionamiento eléctrico, dirección de asistencia eléctrica con desmultiplicación variable, volante multifunción, botón programable para apertura de garaje y aire acondicionado independiente para plazas traseras como delanteras. El nivel siguiente agrega asiento con ajuste eléctrico para el conductor, asientos delanteros calefaccionados, cortinas en las ventanas posteriores, espejo interior electrocromático, tapiz de cuero sintético (incluye volante y pomo), climatizador trizona, control crucero adaptativo, encendido automático de luces y limpiaparabrisas, portalón eléctrico, función Coming Home, botón de encendido y acceso keyless, asi como 4 puertos USB y 8 parlantes en lugar de 6 para el sistema de audio.
Finalmente, el modelo Highline, tope de gama añade a este ya contundente paquete, los reglajes eléctricos para el asiento del copiloto, gancho de arrastre de serie, portalón eléctrico con apertura fácil y sensores de estacionamiento delanteros y traseros. También, como opcional, se le puede sumar a este nivel un Winter Pack, con volante térmico, asientos delanteros ventilados y asientos traseros calefaccionados.
Seguridad es algo que no se puede obviar en un auto como este y Volkswagen se ha encargado que desde el modelo Trendline contemple 6 Airbags, frenos ABS con EBD, diferencial de bloqueo electrónico, control de tracción y estabilidad, programa de frenado multicolisión, monitor de presión de aire, 3 anclajes ISOFIX para montar sillas de niños en toda la segunda fila y asistente de arranque en pendiente. Para las dos versiones siguientes, se suman los radares de punto ciego, el asistente de mantenimiento en el carril y un asistente especial de frenado de emergencia frontal, el cual alerta en tres etapas si existe algún peligro en el frente, con autonomía para frenar automáticamente el auto en caso de existir un peligro inminente (en ciudad, hasta 32 km/h) y compensar una reacción tardía del conductor. Hasta 65 km/h puede detectar peatones y alertar al conductor para que reaccione rápidamente.
Falta lo más importante. Si bien afuera de Chile se ofrece un motor Turbo de 2 litros, a Chile llegará una unidad VR6 de 3.6 litros, con 276 Hp y 360 Nm de torque, asociado a una caja automática de 8 velocidades con Start/Stop y según versión, a un esquema de tracción delantera o a las cuatro ruedas (4Motion) con cuatro modos de manejo seleccionables según el terreno. Pudimos ponerle nuestras manos encima y como breve toma de contacto, podemos anticiparles que es un auto que se percibe ligero y que cuya transmisión ayuda al VR6 a sentirse ágil y competente, con un empuje decidido pero progresivo, sin reacciones violentas. De suave pero bien calibrada suspensión, se hace muy grato conducirlo.