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Probando el Mini Countryman 2018

En un segmento sobrepoblado de modelos, el Mini Countryman podría ser uno de los crossovers más completas del mercado. Nos pusimos al mando del Countryman Cooper S Chili y te contamos sus detalles.

Probando el Mini Countryman 2018

Si hoy alguien resumiera de que se trata un crossover compacto, se tendría que decir que en esencia es un auto ligeramente levantado y ligeramente más voluminoso que un hatchback. Además, como se dice ser el segmento de los millenials, debe ser un auto multifacético; tener tracción a las cuatro ruedas, ser un poquito deportivo, tener alta conectividad, mucho estilo, original, con ciertos elementos prácticos, etc... Además de ser un segmento muy disputado, hay modelos para todos los precios alcanzables, por lo que, conforme a las cifras, es tambien lo que vas a ganar.

En este caso, nos fuimos hacia el segmento premium para conocer al Mini Countryman, un auto que, si bien se renovó recientemente, ya se le conoce hace un tiempo y que lamentablemente su concepción como "maxi-mini" opaca su performance general como un gran modelo que tiene todo lo que hemos enumerado con anterioridad.

Crecer tiene sus pros y sus contras

Igual que en la vida real, el crecer tiene sus ventajas, pero tambien cosas que se echan de menos. A todos nos queda claro que el Mini Countryman es en esencia el anti-Mini, pero por otro lado, es la única manera de diversificar esta marca, la cual pasa a ser una arista más lúdica dentro de lo que es el Grupo BMW. Basada en la plataforma del X1, el Countryman es más grande que su predecesor y tragándonos todas nuestras opiniones sobre su tamaño, la verdad es que es precisamente el hecho de crecer, lo que lo hace un mejor auto. El Countryman anterior era prácticamente una manera de marca huella en el mundo de los crossovers, sin ser exactamente el más práctico de todos; un ejercicio de estilo nada más.

Pero este Countryman si es un auto usable, con un maletero real y con capacidad para 5 ocupantes, o al menos con asientos para 5, porque finalmente sabemos que no más que 4 irán bien sentados. Tiene 1.822 mm de ancho (30 mm más) y 1.561 mm de alto (10 mm adicionales). La distancia entre ejes también aumenta significativamente (75 mm) para quedar en 2.670 mm, mientras que la distancia entre ejes crece en 30 mm. Como extra tip, el despeje al suelo alcanza 165 mm, una altura con la que no querrás llevarlo a terrenos muy complicados. Este crecimiento permite ganar 50 mm a la altura de los hombros en las plazas delanteras, y otros 50 mm de espacio adicional para las piernas de los pasajeros.

Pasando al maletero, este contempla 450 litros, 100 más que el modelo que le precede. Plegando los asientos traseros -divisibles en proporción 40:20:40- se pueden alcanzar los 1390 litros. Asimismo, estos asientos se pueden desplazar en 13 centímetros. A modo de comparación, el Audi Q2 logra 405 litros de maletero y 4.1 metros de largo.

Estilo robusto

El Countryman le hace honor a Spike, el Bulldog Ingles que fue mascota de la marca en su tiempo. Patas cortas por su despeje y un frontal achatado. Quizás en este color gris de nuestra unidad no se luce tanto, pero a pesar de que no es el auto más bello de rostro, no podemos negar que tiene mucho estilo, especialmente cuando personalizamos el techo, las carcasas de los espejos y las llantas. Con una forma más rectangular y alargada que su antecesor, a veces nos recuerda un poco el estilo de los autos clásicos, principalmente porque, al ser un Mini, predomina un lenguaje de diseño retro, con los focos redondos en carcasas cromadas y las manillas cromadas de igual manera. Los hombros traseros ligeramente definidos y las guarniciones plásticas le otorgan el look más aventurero y campero, al igual que parachoques más prominentes. Con respecto al Countryman anterior, hay más elementos que lo identifican como un vehículo multipropósito.

Full tecnología

Volvemos al interior, pero más que para hablar de habitabilidad, de equipamiento y terminaciones. Tomando posición al volante, llama la atención lo bien logrado de esta, la que de alguna manera nos sigue recordando que estamos en un Mini. Con un torpedo corto y un parabrisas no tan panorámico, esta te empodera de la conducción, algo muy similar a lo que ocurre con BMW, otra marca que basa parte de sus proporciones en los autos deportivos clásicos y que sigue siendo, la matriz de Mini.

En el interior, hay tambien un rasgo que se porta de BMW a Mini, que es esa sensación de un auto con múltiples materiales y texturas, que le dan un valor agregado premium al auto. Botones cromados estilo retro, acentos en piano black, detalles de iluminación, asientos con tapicería mixta entre cuero liso y Alcántara, costuras visibles, polímeros suaves, asientos con muchos reglajes (manuales eso sí), un volante grueso, todo habla de una propuesta premium, pero no clásica, sino que mucho más juvenil y original. 

El antiguo velocímetro central, se reemplaza por la pantalla del sistema multimedia, pero se mantiene la gran circunferencia que la rodea. Lo mismo el clúster resumido, con una mezcla de relojes análogos con indicadores lumínicos y el computador a bordo. Los testigos luminosos para la temperatura y combustible son muy resumidos; preferiríamos dos relojes tradicionales. Volviendo a esta pantalla, esta utiliza el mismo sistema operativo de BMW, pero con una interfaz única (Mini Connect). Esto se traduce en un sistema bastante completo, que se puede operar con un comando central físico, tipo joystick, ya que no es táctil, aunque ya a estas alturas, debería estar en los locales la versión actualizada de este elemento, con una pantalla más grande y con interfaz táctil. Este sistema se asocia a un equipo de audio Harman/Kardon de gran calidad y potencia, si bien hemos escuchado sistemas Harman/Kardon mejores.

Una novedad es la incorporación de una consola central más voluminosa entre los asientos delanteros, donde, además de un cómodo apoyabrazos y la palanca de cambios, encontramos dos posavasos, el freno de mano eléctrico y el mando del Mini Connect, el sistema de infoentretenimiento de la marca.

El equipo final, para esta versión Chili incorpora, entre otros, climatizador electrónico dual, freno de estacionamiento eléctrico, focos LED de encendido automático, limpiaparabrisas automático, espejo central electrocromático, luces ambientales, techo panorámico, 6 Airbags, frenos con ABS+EBD y función de frenado en curvas, control dinámico de estabilidad, anclajes ISOFIX, cinturones pirotécnicos, programa de emergencia en caso de accidente (intermitentes en caso de frenada de emergencia o de accidente, desbloqueo de puertas, corte de bomba de combustible), rieles en el techo, sensor y cámara de retroceso, además de un portalón de apertura eléctrica (manos libres).

Todo lo que nos gusta del Mini, pero en un formato más familiar.

El Countryman Cooper S es motivado por un motor de 2 litros TwinPower Turbo con 192 Hp y 280 Nm. Este está asociado a una caja de cambios automática Steptronic de 8 velocidades y a opción de emplear el sistema de tracción All4 (que no fue nuestro caso). En la base de la palanca de cambios, se encuentra un anillo, que permite cambiar entre 3 Mini Driving Modes, llamados Green, Mid y Sport. Estos actúan sobre la sensibilidad del acelerador, la dureza de la dirección, el sonido del motor, la transmisión y la suspensión. Ambos 3 se notan bastante y le entregan un sabor particular al Mini, para que su manejo sea el más indicado en cada circunstancia. 

El modo Green por ejemplo le resta sensibilidad al auto, para un manejo confortable pero que priorice la economía. Si sientes que el auto está muy capado en sensibilidad, el modo Mid es bastante agradable para todo tipo de manejo. Ahora, si quieres sentir de verdad el poder del Cooper S, el modo Sport se encarga de poner a mano toda la ingeniería de este modelo, donde se logra traducir muy bien el performance de un hot-hatch, pero para un auto más grande. Gracias a la dirección Servotronic, se logra una desmultiplicación solo comparable al grip que entrega el Audi Q2, de grata firmeza y mucha linealidad. El motor despierta rápido y los cambios se generan con diligencia, claro que con un tacto algo áspero en el rodaje, que se puede atenuar con otros modos de manejo. Es un auto que entrega confianza al exigir y donde muchas veces se te olvida que es más grande que el Mini normal.

Pasando al consumo, el 3CV le homologa al Countryman 11 km/l en ciudad, 17,1 km/l en carretera y un mixto de 14,2 km/l, consumos bastante similares a los que vimos nosotros, con cerca de 10 km/l en ciudad y sobre 16 km/l en carretera, donde incluso se pueden llegar a los 20 km/l si eres bueno con la inercia. Alcanza los 100 km/h en cerca de 7.4 segundos.

Conclusiones

Sinceramente, es muy difícil decirle que no a un auto como el Countryman y quizás claro, la competencia entre BMW, Mercedes y Audi aleja un poco al Mini de la vista de todos, pero sinceramente, es un auto a considerar, si tienes el dinero y si buscas un crossover compacto, pero premium y con actitud juvenil.

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