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Mercedes-Benz quiere cancelar la Clase X

Argentina fue el antecedente de un problema relacionado con los costos… y algo más.

Mercedes-Benz quiere cancelar la Clase X

Según pública el reputado medio especializado Automotive News, Mercedes-Benz estaría analizando cancelar la Clase X, su pick-up que anunció con bombos y platillos hace unos años, que se presentó oficialmente en 2017. ¿La razón? Las bajas ventas que ha conseguido en los mercados donde se vende.

Gracias a una potente asociación induatrial con la Alianza Renault Nissan, Mercedes-Benz accedió a la plataforma de la Nissan NP300 y le metió mucha mano para convertirla en una auténtica Mercedes-Benz. Sin embargo, cuando se lanzó en 2017 se notó el primer inconveniente: estaba lejos del concept que la anunciaba y quedaba muy cerca de la Nissan en la que se basa.

El segundo problema de la Mercedes-Benz Clase X estuvo en su precio, que en Alemania empieza en 37.294 euros, muy por encima de la competencia en Europa (una Ranger parte en 34.080 euros y una Amarok en 35.565 con motor V6), logrando vender solo 16.700 unidades durante 2018, si se consideran las ventas en el Viejo Continente, Australia, Sudáfrica y Chile, único mercado latinoamaericano en comercializarla.

Malditos costos

El tema de los costos y de la relación con Nissan, además de la difícil situación económica de Argentina y Brasil, fue uno de los temas por los que la producción de esta pick-up se habría cancelado en Argentina antes de comenzar. Esto también puede tener que ver con la escala de producción de la Clase X, ya que se produce solo en España y no tenía planeado entrar a mercados como el de EE.UU. donde las pick-ups más vendidas son las full size y no las medianas.

Si lo pensamos bien, la próxima generación de la Amarok, una pick-up con mercados similares a la Clase X, va a ser diseñada y producida por Ford, que tiene una auténtica presencia mundial con su pick-up mediana (Ranger equivale al 30% de todas las camionetas que la casa del óvalo vende alrededor del mundo). Quizás con una base de producción en Tailandia hubiera facilitado la economía de escala, o haber proyectado tener presencia en el mercado de Norteamérica.

Resta esperar la definición oficial de Mercedes-Benz, y los tiempos que se tomará para anunciarlo (nada pasa de un día para otro en esta industria). Pero lo claro es que la posibilidad de que la Clase X vea en vida una segunda generación es más que dudosa.

 

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