Aun los fanáticos de hueso colorado de BMW, pueden llegar a desconocer la existencia de este exclusivo Serie 5 de la década de 1970. Y uno de los motivos por los que este sedán reconocido como 530 MLE -Motorsport Limited Edition- puede ser ignorado, es que únicamente fue comercializado en Sudáfrica.
Al ser un verdadero extraño en el resto del mundo y con una producción limitada, BMW no quiso que una de las unidades de este Serie 5 quedaran en el olvido, por lo que los especialistas de autos clásicos de BMW Sudáfrica y el taller Custom Restorations restauron uno de los pocos vehículos de homologación de los autos de carreras que alguna vez estuvieron en la pista. Gracias a un profundo trabajo de renovación, el BMW 530 MLE quedó como si hubiera salido de fábrica.
Su origen
A mediados de la década de 1970, bajo el liderazgo de Jochen Neerpasch, BMW Motorsport GmbH preparó dos autos de carrera para participar en la Serie de Producción Modificada sobre la base de la primera generación del Serie 5. Con el fin de homologar para la competencia de turismos sudafricanos, también se desarrolló una versión de calle, que recibió el sufijo Motorsport Limited Edition, o MLE.
Esta edición especial estaba dotada de un motor de seis cilindros en línea de tres litros con una potencia de 200 hp y un torque de 277 Nm de torque. Con este poder, el sedán podía ir de cero a 100 km/h en 9,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 208 km/h.
Además de este poder, tenía como especial que no contaba con aire acondicionado y accionamiento eléctrico para las ventanas. Este enfoque de ligereza también era seguido por los pedales y paneles de la carrocería perforados, y las llantas de aleación de aluminio.
Como parte de la homologación, BMW tuvo que producir 100 unidades del 530 MLE durante 1976, en tanto, que al año siguiente se fabricaron 117 ejemplares más en la misma fábrica de Rosslyn, la primera planta de producción de BMW fuera de Alemania.
En la pista, el BMW 530 MLE de carreras causó sensación desde el principio. En 1976 ganó en 15 carreras consecutivas, a la vez que ganó por tres años seguidos el título del campeonato en la Modified Production Series. Asimismo, el auto permaneció activo en las pistas de Sudáfrica hasta 1985 y se convirtió en el auto de competición más exitoso jamás construido sobre la base de un Serie 5.
Auto número 100
Específicamente, el restaurado BMW 530 MLE tiene una historia especial vinculada a las carreras. Resulta que la unidad número 100, buscada por BMW Sudáfrica por años, fue adquirida por Peter Kaye-Eddie, ex piloto de carreras y gerente del equipo para el 530 MLE utilizado en la Modified Production Series.