No podía ser en otro lugar más que en el EICMA de Milán donde Honda develara el arma definitiva para asaltar el Campeonato Mundial de Superbikes, que no gana desde un lejano 2007: la CBR1000RR-R Fireblade.
En su diseño y desarrollo participó la propia HRC, que reingresará al campeonato de manera oficial con Alvaro Bautista como piloto y esta nueva máquina, que es más rápida, ligera y tecnológica, con un enfoque mucho más radical que las últimas Fireblade, que combinaron deportividad con usabilidad.
Tanto el chasis como la carrocería y el motor fueron diseñados desde cero. Hoy, el motor es más compacto, ligero y tiene menos inercias, una herencia del prototipo RC213-V de MotoGP. Este cuatro cilindros en línea y 1000 cc alcanza 214 Hp de potencia, un salto importante respecto de la anterior Fireblade. Cuenta con un diseño de carrera más corta, combustión más eficiente, incluye tecnología de baja fricción y cuenta con bielas de titanio, que son un 50% más ligeras.
El chasis tiene un diseño más fino y un mejor reparto de pesos, con un 18% de mayor rigidez vertical, un 9% de mayor rigidez torsional y un 11% de menor rigidez horizontal. El basculante también es nuevo, 30 mm más largo, manteniendo los niv eles de rigidez.
En cuanto a la electrónica, cuenta con tres modos de conducción, 5 niveles de entrega de potencia, 3 de freno de motor, 3 de anti-wheelie, 9 de control de tracción, 3 niveles de ajuste de la dirección, launch control, y ABS con modos sport y track, entre otros.
El peso de la nueva máquina es de 202 kilos.
En paralelo, Honda lanza una versión más equipada denominada CBR1000RR-R-SP, que agrega suspensiones Öhlins semiactivas con gestión electrónica, frenos Brembo con cálipers Stylema y cambio semiautomático.
¿Será capaz de ganar el Mundial?