La nueva Silverado diésel se diferencia del resto de la gama Silverado porque monta un bloque Duramax de tres litros, seis cilindros en línea, que eroga 277 caballos de fuerza y espectaculares 619 Nm de torque, asociado a una caja automática de 10 marchas y a un sistema de tracción 4x4.
Con este motor, Chevrolet indica que la Silverado rinde 9 km/litro en ciudad y 14,6 km/litro en carretera, según la homologación del 3CV del Ministerio de Transportes.
La Silverado Duramax arriba en versión única y el nivel de equipamiento y acabados LTZ. Estéticamente destaca por un paquete cromado exterior (parrilla, parachoques, manillas, espejos laterales), llantas de aluminio de 20 pulgadas, Liner Cubre Pick-Up, ganchos de remolque y luces Full LED con sistema Intellibeam.
En su interior ofrece tapiz de cuero perforado en color negro, asientos con ajuste eléctrico que además son calefaccionados y ventilados, volante multifunción calefaccionado, marcadores digitales de 4,2", techo panorámico de doble panel, ventanilla trasera y portalón con apertura eléctrica, climatizador bizona y sistema MyLink asociado a una pantalla de 8 pulgadas, con conectividad a Apple CarPlay y Android Auto, además de bluetooth, navegador GPS y cinco puertos USB. Y por si fuera poco, un sistema de audio Bose con seis parlantes.
En materia de seguridad destaca por sus seis airbags, head-up display, control crucero adaptativo, alerta de colisión frontal, sistema de asistencia de cambio de carril involuntario, asistente de partida en pendientes y sistema de detección de peatón, entre lo más relevante.
Al igual que la Silverado LTZ gasolinera, esta variante diésel ofrece suspensión High Performance, caja de transferencia electrónica Autotrac y dirección con asistencia eléctrica.
Su valor es de $40.990.000 con IVA incluido, esto es unos 3,5 millones de pesos más que la LTZ V8, y unos tres millones menos que la RAM 1500 diésel.