La escuela vocacional de Škoda es un proyecto muy interesante, el cual está abierto a todos aquellos que quieren iniciar una carrera en la industria automotriz. Fundada en 1927, ha graduado a más de 23 mil estudiantes en 13 diferentes cursos técnicos y claro, los mejores se quedan en Škoda.
El proyecto más apetecido para los pasantes es el de fabricar un concept car. Aunque este programa inició incipientemente allá por 1970, fue en el 2014 cuando se le comenzó a dar más relevancia y visibilidad. Dicho año se presentó el CitiJet Concept, el cual incluso fue mostrado en el famoso festival de Worthersee, el que como varios saben, es la meca de los fanáticos del Grupo VAG en Europa y que cuenta con el auspicio y apoyo del mismo grupo.
Volvemos al 2020 con el séptimo concepto nacido de esta escuela, concebido completamente por 31 estudiantes, desde los bocetos y el concepto, hasta la fabricación, obviamente con apoyo de instructores y expertos en las ramas de diseño, producción y desarrollo técnico.
El Skoda 1100 OHC que inspiró al Slavia.
En esta ocasión, los estudiantes tomaron uno de los modelos más nuevos de Škoda, el Scala y lo transformaron en un particular spider biplaza, llamado Slavia.
El nombre Slavia es un tributo a los orígenes de Škoda, en especial las bicicletas con las cuales se fundó la compañía en 1895, o sea, hace 125 años. Su diseño se inspiró en el histórico Škoda 1100 OHC, un prototipo de carreras nacido en 1957 que apenas pesaba 550 kilos y que con un motor de 1.1 litros podía alcanzar 200 km/h.
De Scala a Slavia
Los estudiantes mantuvieron varias cosas del Scala, incluyendo su motor 1.5 TSi de 150 Hp, la caja automática DCT de siete velocidades, los ejes, el esquema de dirección, todo el ramal eléctrico, los sistemas de asistencia, el sistema de infoentretenimiento y el cuadro de instrumentos digital.
- Se reforzo el chasis en la parte inferior, para poder mantener la rigidez
- Se quitó todo el techo del auto y se soldaron las puertas traseras para lograr la estética "speedster"
- Se añadió una cubierta posterior con dos jorobas tras las cabeceras -como buen spider-, las que brindan seguridad y ayudan en la aerodinámica. Bajo está, se ocultan dos scooters eléctricos.
- El maletero fue rediseñado e incluye un spoiler ondulado de color negro.
- Las ventanas en las puertas solo se remiten a dos piezas fijas de cristal, cortadas y que solo cubren la esquina más próxima a la consola.
- Las llantas de 20" fueron tomadas prestadas del Kodiaq vRS. Se usaron las masas y los frenos del Octavia vRS.
- Fue dotado con una linea de escape deportiva modificada.
- Su pintura es un blanco perlado de tres capas con sutiles reflejos azules (White Crystal Blue), que contrasta con acentos de color negro en la parrilla, difusores y faldones del auto.
- Se utilizó luces LED en el exterior, programables en color rojo, blanco o azul (los colores de la bandera checa) y que le dan un toque tuning al modelo. También se retroiluminó la palabra "Škoda" que decora la tapa del maletero y que hace de luz de freno.
- En el interior se usaron butacas Sparco tapizadas en cuero perforado con costuras blancas y textil símil fibra de carbono. Estos materiales también se usaron en otros elementos del interior, como puertas, volante, apoyabrazos, etc.
- Se agregó un poderoso sistema de audio que agrega 2.250 watts en bajos.
Martin Slabihoudek, el jefe de la escuela de Škoda señala: "Participar en el proyecto del auto para estudiantes es considerado un gran honor dentro de los pasantes de la escuela. Se brinda una oportunidad única de vivir la experiencia de cómo es diseñar, desarrollar y construir un auto desde cero, desde la base hasta el producto final. El apoyo de expertos de varios departamentos es increíble y ellos además comparten algunos de sus trucos con nosotros. Esto es potencialmente invaluable para nuestras carreras."
La fortuna de estos 31 estudiantes. ¿Te gustaría aprender así? Déjanos tus comentarios.