El Ford Thunderbird es un automóvil icónico en la historia de la firma del óvalo azul. Originalmente, fue un deportivo biplaza que apareció en el mercado como modelo 1955, pero su carácter burgués hicieron que a partir de ese momento se olvidará de las aspiraciones deportivas, para enfocarse en ser un “auto de lujo personal”.
A lo largo de su historia se lanzaron 10 generaciones, produciéndose hasta 1997, teniendo momentos altos y bajos.
En Chile se comercializó a partir de fines de los años 50, aunque nunca fue un modelo masivo por su posicionamiento y porque no se ensambló localmente. En un inicio estuvo disponible sólo con motorizaciones de seis cilindros, pero, conforme transcurrieron los años, se sumaron un par de V8, así como el legendario SC con un V6 supercargado.
Tras salir del mercado en 1997, Ford lo trae de vuelta en 2002, ahora como un biplaza de diseño retro. Pero lamentablemente, su éxito comercial se desvaneció muy rápido, por lo que de nuevo es descontinuado en 2005. Desde entonces, no se sabía absolutamente nada de este ícono de la industria automotriz estadounidense. Hasta ahora…
¿Qué sucede?
El pasado 13 de enero, Ford registró el nombre comercial Thunderbird en la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos. Como suele suceder en estos casos, la solicitud se limita a describir que se aplicaría en “vehículos motorizados, especialmente vehículos motorizados conceptuales y vehículos motorizados de cuatro ruedas”.
Como verás, la información es muy escueta, por lo que podría sólo tratarse del registro de un nombre legendario con el único fin de no perder los derechos comerciales sobre este o impedir que otra marca lo use. No obstante, el propio Jason Castriota, director global para vehículos eléctricos de Ford, señaló hace muy poco que la marca recurrirá a la estrategia de usar nombres tradicionales para dar vida a algunos de sus futuros modelos eléctricos.
El primer paso lo dieron con el Mustang Mach-E, que trajo de vuelta una denominación histórica, pero debidamente adecuada para el caso. Con ello en mente, el nombre Thunderbird podría ser el de uno de los próximos eléctricos de Ford. Y para ser sinceros, el nombre que literalmente se traduce como “ave del trueno” quedaría perfecto en un auto cero emisiones.
Ojo, hay que tomar en cuenta que debido a la estrategia de enfocarse en SUV, crossovers y pick-ups, el próximo Thunderbird podría desestimar su pasado y presentarse bajo alguno de estos formatos. Así, las posibilidades de que resucite como un biplaza o un coupé son prácticamente nulas. Bueno, aunque la esperanza, siempre es lo último que muere.