Ford entiende perfectamente la importancia que tienen sus pick-ups en las ventas globales de la marca. Sólo el año pasado comercializó un millón de unidades, alcanzando el 23% de participación de mercado a nivel mundial.
Y si bien el peso mayor se la lleva la Serie F (70% del total), la Ranger cumple su función relevante en el segmento de mayor venta en el mundo (las medianas), comercializándose en 190 mercados.
Nuestra Ranger nos llega desde Argentina, uno de los cinco países donde se produce, y es ahí donde se presentó esta nueva actualización, la segunda que recibe esta actual generación lanzada en 2012 y reestilizada cuatro años más tarde.
La marca indica que esta renovación incluye más de 600 piezas nuevas o rediseñadas para toda la gama, que en Chile incluye hasta ahora 10 versiones configuradas con tres opciones de motor, dos transmisiones, dos sistemas de tracción y cuatro paquetes de equipamiento.
La nueva Ford Ranger se pondrá a la venta durante este mes de septiembre ya como modelo 2020, en versiones y precios que la marca está pronto a develar. Y que por supuesto te informaremos.
Lo nuevo: confort y suspensiones para flotar
La principal novedad de la Ranger se va a sentir y no a ver. Y es que hay una renovación total del paquete de suspensiones delanteras. Se rediseñaron las barras estabilizadoras y se recalibró el conjunto resorte/amortiguador, añadiendo un nuevo tope de suspensión. Pero por sobre todo eso, se trabajó en tres calibrados para las distintas versiones según su peso.
Según indica Ford, se logra un mejor control de los movimientos de la carrocería, tanto sobre el asfalto como fuera de él, se aprovecha de mejor manera el recorrido de la suspensión y gana en maniobrabilidad.
Tuvimos la ocasión de manejarla por las carreteras cercanas a la ciudad de Mendoza y, de verdad, el cambio en esta materia es sorprendente. Porque si bien la Ranger siempre ha sido una de las pick-ups más refinadas del segmento (dentro de un segmento poco refinado), hoy gana precisión de manejo, menos bamboleos y mayor agrado de conducir.
La marca añadió varias mejoras técnicas, incluyendo ganchos adelante y atrás anclados al chasis, nuevas protecciones para el radiador, caja reductora, estanque de combustible, caja de cambios y DPF, y un “cortapiedras” en los amortiguadores traseros.
El último cambio técnico es una mejora de 10 caballos y 10 Nm de par en el motor 2.2 TDi Puma (el diésel de entrada), que ahora ofrece 160 Hp y 385 Nm de torque entre 1.600 y 2.500 rpm, y que sigue asociado a una caja manual de seis marchas.
Los otros dos motores disponibles en la gama Ford Ranger con los conocidos Duratec 2.5 litros gasolinero con 166 Hp y 225 Nm, asociado a una caja manual de cinco velocidades, y el turbodiésel Puma 3.2 litros de cinco cilindros, con 200 Hp y 470 Nm de par, acoplado a cajas manual o automática de seis cambios.
La opción de tracción 4x4 sólo está disponible con los motores diésel.
Lo nuevo: sutil a la vista
Estéticamente hay pocas novedades, aunque alguien que conozca el producto verá esta actualización rápidamente.
Destacan los nuevos paragolpes delantero y la grilla trapezoidal, que ahora incluye una doble barra horizontal. La antena se mueva a la parte trasera de la cabina y trabaja como receptora de la señal del GPS.
Hay neblineros de diseño cuadrado y nuevas llantas de aleación de 17”, aunque ambos están disponibles dependiendo del paquete. Y en las variantes Limited se agrega barras cromadas, luces delanteras de xenón, diurnas LED y llantas de 18”.
Lo nuevo: equipamiento democrático
En cada actualización de producto, Ford tiene la sana costumbre de ir añadiendo a sus gamas de entrada los equipamientos que eran exclusivos de las versiones más equipadas. Y esta no es la excepción.
Desde ahora, todas las Ford Ranger (versiones XL) contarán con dirección eléctrica (EPAS) y el mismo tablero que antes estaba reservado a las versiones más altas. También se añade a la versión de entrada un cuadro de instrumentos con pantalla color, el volante multifunción con controles de audio y teléfono, y una nueva pantalla central de 4,2” con el sistema multimedia SYNC.
La variante XLS incluye el sistema multimedia con pantalla táctil de 8”, compatibilidad para Apple Car Play y Android Auto, y sensores de retroceso con cámara de estacionamiento. También luce un nuevo volante multifunción, climatizador bizona y un nuevo portalón de carga con asistencia, para brindar mayor flexibilidad y suavidad al usuario en su apertura y cierre.
Si nos vamos a la XLT, añade el sensor de lluvia, nuevo espejo central fotocromático y una palanca de cambios automática totalmente rediseñada.
Finalmente, las variantes Limited destacan por ofrecer equipamiento y asistencias únicas en el segmento. Destacan el sistema keyless con botón de encendido, cierre del portalón eléctrico y monitor de presión de neumáticos.
Lo nuevo: más seguridad
Y es en este apartado donde Ford quiere destacarse de su competencia en el segmento de las pick-ups medianas.
Toda la gama ofrece controles de estabilidad (ESC), de tracción (TCS) y de descenso (HDC), además de Hill Assist, Control de Carga Adaptativo (LAC), Control Antivuelco (ROM) y Control de Balanceo de Trailer (TSM).
A eso hay que añadir tres airbags para las versiones XL y XLS (doble frontal y de rodilla), que suben a 7 en las variantes XLT y Limited. Todas las Ranger incluyen anclajes isofix en las plazas traseras, apoyacabezas regulables en altura y cinturones de tres puntas en todos los asientos.
Sin embargo, las versiones Limited destacan por asistencias no vistas en este segmento, como un sistema de conducción semi autónoma que incluye control crucero adaptativo, sistema de mantenimiento de carril y asistente de frenado autónomo con detección de peatones y vehículos (entre 5 y 80 km/h), estos últimos, debutantes en el modelo.
Otros “trucos” avanzados en las versiones más altas son el Detector de Fatiga (DAS) y el control automático de luces altas.
Lo bueno de siempre
La Ford Ranger 2020 mide 5.354 mm de largo, 2.163 mm de ancho (con espejos), 1.860 mm de alto y 3.220 mm entre los ejes. Cuenta con una caja de carga de 1,55 por 1,56 por 0,51 metros, suficiente para ofrecer un volumen de 1.180 litros y una capacidad para cargar entre 1.0 y 1.3 toneladas, dependiendo de la versión.
Además ofrece 800 mm de capacidad de vadeo, ángulos de ataque de 28°, ventral de 24° y de salida de 26°, además un diferencial trasero autoblocante electrónico.
El modelo sumará en Chile una nueva variante gasolinera (serán tres en total) y mantendrá otras 8 versiones diésel, pero la marca quiere fortalecer la oferta destinada a grandes flotas con las versiones 2.2 turbodiésel.
Hoy, la Ranger marcha en el sexto lugar entre las pick-ups, con unas 1.800 unidades entregadas hasta junio. Con este modelo la aspiración es competir un poco más fuerte.